Muerte en Carlos Paz: Crece la hipótesis del crimen pasional

Las investigaciones avanzan en la hipótesis que la muerte del empresario Alejandro Veiga (36), ocurrido el sábado pasado en Carlos Paz, se encuadra dentro de un crimen pasional. Descartan un "ajuste de cuentas".
miércoles, 27 de agosto de 2014 · 12:28
Carlos Paz. Las investigaciones avanzan en la hipótesis que el asesinato del empresario Alejandro Veiga (36), ocurrido el sábado pasado en Carlos Paz, se encuadra dentro de un crimen pasional. De esta manera se descartó el robo o un ajuste de cuentas. El fiscal Gustavo Marchetti, quien entiende de la causa, casi tiene resuelto el caso, aunque aún no declaró la esposa del presunto autor del disparo que terminó con la vida de Veiga.

De acuerdo a las informaciones que se conocieron en las últimas horas  no le quedan dudas a los investigadores que fue un crimen pasional y que sólo habría actuado el matador y no dos personas como se creyó en un primer momento.

Veiga fue ultimado de un sólo disparo en la nuca en la intersección de las calles Calingasta y Tobas del barrio Costa Azul, a pocos metros de su casa tras haber salido por el llamado del supuesto homicida que lo habría llamado para aclarar "unos temas”.  

Fuentes cercanas a las investigaciones señalaron en forma extraoficial que el hombre identificado como Aldo Reynoso conocía a Alejandro Veiga y venía sospechando de una relación entre Veiga y su esposa y el pasado viernes, de casualidad, interceptó un mensaje en el teléfono celular de su pareja  que le confirmaba esa relación. El sábado se levantó con la idea de amedrentar a Veiga y se fue de su casa señalando que "iba a hacer lo que tenía que haber hecho mucho tiempo antes”.

A primera hora de la tarde del sábado, Reynoso le hizo un llamado telefónico a Veiga para que lo espere en la esquina de su casa y hasta allí llegó a bordo de su BMW. Tras un intercambio de palabras, Reynoso desenfundó una pistola 9 mm. y disparó al aire, lo que enfureció a Veiga y forcejearon hasta que éste recibió el disparo letal en la nuca.

Ante lo sucedido, Reynoso se subió a su automóvil y salió raudamente de la escena del crimen, y en el trayecto llama a su amigo Daniel "Shakira” Ocampo y le dijo que se había "mandado una cagada" y lo pasó a buscar por su casa. En el automóvil, mientras transitan por la costanera, le relató lo que pasó.
 
Operativo cerrojo

Todo ocurrió cerca de las 15 cuando un llamado alertó a los efectivos policiales de la presencia de la víctima tendida en el asfalto y la fuga de un hombre a bordo de un vehículo BMW de color blanco. Rápidamente, un patrullero llegó al lugar y se montó un "operativo cerrojo”, que permitió que efectivos de Halcones motorizados dieran con el vehículo en marcha, estacionado con los limpiaparabrisas encendidos, manchado de sangre en la costanera. Dentro del vehículo encontraron algunos gramos de cocaína y una pistola calibre 9 mm. que habría sido utilizada para ultimar a Veiga. A pocas cuadras, detuvieron a Reynoso y más tarde, también cerca pero para el otro lado del hallazgo del BMW hallaron caminando a Ocampo.

Los voceros revelaron que el rodado se encontraba a la vuelta de la vivienda de Reynoso, ubicada en la zona de Santa Rita y sindicado como el autor del disparo. Rápidamente los investigadores fueron descartando hipótesis y a pocas horas de las detenciones se percataron de la situación. La idea de Reynoso era apretar a Veiga para que terminara la relación con su pareja  pero la situación tomó otro caríz. "Se le fue de las manos” y todo terminó en un cruento asesinato a plena luz del día y con testigos. Más tarde, la pista se vio fortalecida por el hecho de que la mujer de Reynoso permaneció prófuga durante todo el fin de semana y fue  por  la Policía escondida en el quincho de su casa. 

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