Assange en Londres bajo bandera latinoamericana

* Por Pedro Jorge Solans
domingo, 18 de junio de 2017 · 12:07
El periodista y editor que volvió a poner en valor la información y su poder en el siglo XXI vive su exilio en Londres bajo la bandera de un país sudamericano.

Sin embargo, a pocos días que la fiscal sueca jefa Marianne Ny archivara la causa donde el fundador de WikiLeaks estaba acusado de violación desde 2010, varios periodistas intentaron saber qué sería el futuro de quien revolucionara la era de la comunicación tras haber cesado la persecución europea.

El pasado viernes 11 de mayo ingresé a la embajada de Ecuador en Londres donde Assange se atrincheró para evitar ser extraditado desde Suecia a Estados Unidos, donde le espera un juicio por filtrar más de 500.000 documentos clasificados.

Las publicaciones del editor australiano provocaron un sismo en la diplomacia mundial y dieron inicio a una nueva batalla en la guerra informática que soporta el mundo, y por eso, el levantamiento de la orden de arresto en Suecia no le asegura un camino libre de artilugios para que Estados Unidos no se cobre una venganza por dar a conocer la matriz del dominio planetario.

La tienda Harrod`s esbelta derrocha prestigio y glamour en la esquina frente a la embajada ecuatoriana en Londres. Respaldada por las marcas líderes del

mundo ostenta los símbolos del privilegio de las indumentarias que marcan las clases dominantes. La mayoría de los transeúntes que ven sus vidrieras al caminar notan sus bolsillos flacos para hacer compras allí, pero los pocos que pueden derrochan los euros que faltan en otros lados, sobre todo en el sur del planeta.

La capital británica impone su ritmo en varias ciudades top del viejo continente, y a metros de la feria first class, muestra a la embajada de un país del tercer mundo que alberga nada más y nada menos que a quien revolucionó la era de la información. La seguridad es extrema aunque no se percibe nada que desentone o altere el ritmo de la zona. A la dirección Flat 3b, 3 en Hans Crescent, en Knightsbridge, se puede llegar sin obstáculos.

A tal punto que la esquina de Landon Place SW1, donde está la ventana del apartamento donde se asila Julián Assange en el segundo piso, se transformó en un sitio donde turistas, periodistas y londinenses se toman fotografías tanto como en la zebra de la Abbey Road que inmortalizaron Los Beatles.

Allí pasa de todo, visitas de grandes artistas y amigos de Assange, como Pamela Anderson o sucede episodios cinematográficos como lo que ocurrió en los últimos meses del año pasado, donde una especie de lobo solitario intentó ingresar por la ventana al refugio del periodista, al mejor estilo de quien ingresó años atrás al palacio Buckingham para dialogar con la reina.

Con mucho reparo logré que me atendiera el encargado de prensa de la embajada Antonio Silva quien se esmeró en explicar que no tienen nada que

ver con la gente de Assange, que Ecuador sólo le dio asilo pero facilitó los

correos y teléfonos para que me pudiera comunicar. Efectivamente, desde la misma vereda de la casa diplomática, una productora pudo comunicarse con el abogado y asesor franco-español del editor del sitio wikileaks. Juan Branco.

El intercambio fue escueto pero dejó en evidencia que el mundo está inmerso en una guerra informática nunca imaginada y que no hay región ni país que esté fuera de ella. Es la fisonomía de la tercera contienda intercontinental que posee los elementos poéticos más siniestros de la humanidad. Es silenciosa y

casi atractiva por esa belleza perversa que alucina a todos.

La guerra informática nos afecta directamente y está modificando la vida y la visión cosmogónica a una velocidad que pone a prueba la capacidad de adaptación de la humanidad.

Las revelaciones de wikileaks y el posicionamiento de Julián Assange sobre los ciberataques de las centrales de inteligencia norteamericanas que incidió fuertemente en las relaciones de poder, especialmente con China, Rusia y la comunidad europea, han evidenciado que, también la invalorable intimidad de los ciudadanos ha sido violada sin que nadie se diera cuenta, -como cuando los genetistas modifican los ADN- y hoy hasta las elecciones más sencillas y domésticas personales de cualquiera de nosotros están dirigidas o al menos orientadas de una u otra forma pero con un sólo fin. Y si no, podríamos

Preguntarnos, ¿cómo puede ser que una hamburguesa o una bebida cola guste uniforme e inequívocamente a todos los habitantes del plantea, tanto a un chino, a un vietanamita, a un esquimal, a un europeo, a un sudamericano como a un africano. ¿Es posible eso, naturalmente? Tal vez, lo que no le perdonan al periodista es haber publicado el secreto mejor guardado de las potencias y el mercado, de los dueños del futuro.

El australiano burlador de los sistemas de seguridad está refugiado en una de las cinco ciudades más importante del mundo, pero en suelo ecuatoriano.

"Ni olvidaré ni perdonaré"

Niebla. Assange salió a las 16:30 (hora británica) por la ventana del segundo piso y agradeció a las Naciones Unidas y a las organizaciones de los derechos humanos, y a su equipo legal. "Hoy han ocurrido una victoria y una reivindicación muy importantes", dijo el periodista.

"En Suecia nadie puede ser detenido sin cargos. Justamente así es como no esperamos comportarnos en una sociedad civilizada", señaló Assange, a una turba de cronista y vaticinó que "la verdadera guerra acaba de comenzar". El proceso de extradición a EEUU aún continúa en marcha para las autoridades estadounidenses. "Es algo que no podré olvidar ni perdonar", dijo.
 
"EEUU ahora dice que ni WikiLeaks ni yo tenemos derechos y que arrestarme es una prioridad. Esto no es aceptable. WikiLeaks seguirá publicando cosas", ha dicho el australiano, que ha recordado que justamente hoy su organización había publicado una nueva entrega de Vault 7 sobre información clasificada de la CIA.

Finalmente, el cofundador de WikiLeaks ha recordado a Chelsea Manning, la exsoldado del ejército de EEUU detenida por filtrar documentos clasificados sobre la guerra de Irak y Afganistán y que fue puesta en libertad el miércoles. "Gracias a mí a y a otros como yo que queríamos que así fuera", explicaba Assange, que espera que su equipo legal contacte con los Gobiernos británico y estadounidense para comprobar cuál es la mejor forma de "proceder".

Por su parte, la Fiscalía sueca en un comunicado señaló al "permitírsele el refugio en la embajada ecuatoriana en Londres" Assange "ha escapado a los intentos de las autoridades suecas y británicas de ejecutar la orden de entregarlo a Suecia".

Añade el comunicado que la ley sueca obliga a que una investigación penal se desarrolle lo más rápido posible y "en el momento en el que un fiscal agota las posibilidades de continuar la investigación, está obligado a interrumpirla".

La fiscalía alega que "en este punto, todas las posibilidades para llevar a cabo la investigación se agotan" ya que para seguir adelante con el caso "Assange tendría que ser formalmente notificado" de los cargos contra él, y "al no poder

esperar recibir ayuda de Ecuador" en este sentido, "la investigación se interrumpe" y se retiran los cargos.

El archivo del caso por violación en Suecia no significa que el foco sobre Assange haya desaparecido: el Departamento de Justicia de EEUU consideraba hasta hace poco abrir una nueva investigación contra él por revelar información clasificada a través de WikiLeaks.

Fuentes cercanas al caso del ministerio de Exteriores ecuatoriano, confirmó que buscarán la forma para que Assange pueda ser trasladado de forma segura al país latinoamericano.

"Dado que ya no existe la orden de detención europea, Ecuador ahora intensificará sus esfuerzos diplomáticos con el Reino Unido para que Julian Assange pueda obtener un salvoconducto para poder disfrutar de asilo en Ecuador".

Respeto por la vida

Tras el cambio de gobierno que se dio en Quito, el sucesor de Correa, Lenín Moreno, reafirmó su intención de respetar la condición de asilo político otorgada al informático y periodista australiano, que lleva más de cuatro años en las instalaciones en Hans Crescent en el distrito de Westminster.

"Ecuador es extremadamente respetuoso con la vida de los seres humanos y por eso le concedió asilo en su embajada", precisó el jefe de Estado y también se refirió a la reciente decisión de autoridades judiciales de Suecia, donde tenía pendiente un juicio por supuestos delitos sexuales.

El mandatario recordó que Assange pidió asiló con el argumento de que su vida corría peligro ante los intentos de Estados Unidos de juzgarlo con penas severas por sus revelaciones de documentos clasificados en el portal WikiLeaks.

El nuevo presidente de Ecuador recalcó que respetará la condición de asilo del ciberactivista, pero reiteró su pedido de que no intervenga en la política nacional, ni en la de los países amigos.

Moreno tildó al informático de hacker y advirtió su desacuerdo con las prácticas del australiano en cuyo sitio web se difundieron miles de documentos secretos que revelan conspiraciones, hechos de corrupción, crímenes imputados a varios Gobiernos de países líderes.

La presencia de Assange y su influencia es muy fuerte en la actualidad, y a metros de donde él desarrolla sus actividades, bajo una bandera sudamericana pareciera levantarse un microclima dentro de la neblina londinense que cae sobre una hilera de automóviles de alta gama con chapas diplomáticas.

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