El spinner pasó de causar furor a instalarse en el ojo de la tormenta
Así lo determinó la autopsia que le realizaron al cuerpo de Luis Nino, quien llevaba 12 días desaparecido. Apareció ayer en la localidad salteña de Salvador Mazza.
Las pequeñas ruedas giratorias de tres brazos se convirtieron en moda entre los chicos y cada vez es más usual verlos con estos juguetes en las escuelas pese a su reciente irrupción en el mercado.
Este herramienta que se lanzó hace dos meses bajo la promesa de calmar los nervios de los niños, terminó generando estrés en los profesores, que en algunos casos, terminaron por prohibirlos.
Vendidos por pocos dólares, los "fidget spinners" son el juguete estrella del año, explica Frederique Tutt, experta del mercado del juguete para la consultoría internacional NPD Group.
Tanto en Estados Unidos como en Europa "han sido afectada por esta locura giratoria", explica.
Los spinners tenían el mérito de ser silenciosos, un alivio tras meses del "juego de la botella", un ejercicio que consiste en lanzar una botella con agua y hacerla caer parada y que hizo sensación al comienzo del año escolar, relata.
La contracara de este juguete que irrumpió como una solución, es que los chicos "no quitaban los ojos de su spinner o del spinner del vecino" durante la clase, lo que tornaba imposible el aprendizaje.
Meredith Daly, una profesora de una escuela pública de las afueras de Phoenix, en Arizona, confesó que al principio sus alumnos le explicaban que el juguete los ayudaba a calmarse y que ella no tenía una opinión formada.
Al poco tiempo , aseguró que con otros profesores decidieron que los alumnos no las sacaran de la mochila durante las clases.
Como muchos profesores estadounidenses que expresan su hartazgo en Twitter, Daly sólo los tolera a pedido de los padres.
O cuando se revela la necesidad, como es el caso a veces con niños que tienen problemas de atención, hiperactividad o ciertas formas de autismo.
La de Daly no es la única escuela de Estados Unidos que prohibió el spinner. Incluso en Francia e Inglaterra los han prohibido durante el recreo.
En la Argentina este juguete se consigue en Internet y su precio es de alrededor de 200 pesos. (Télam)