Inés Torres

"La sociedad necesita debatir sobre el lugar que le otorga a las personas con discapacidades"

La editorial Noveduc acaba de lanzar el libro "Las inclusiones: nuevas demandas y necesidades" de la psicopedagoga Inés Torres, donde se abordan los conflictos que se plantean en la educación de personas con discapacidades.
jueves, 10 de noviembre de 2016 · 22:15
La autora en una entrevista con EL DIARIO hizo hincapié en la necesidad de transformar las representaciones vigentes asociadas a la falta, a la lástima, a la incompletud por otras en donde sea posible mirar las diferencias como lo que hay entre cada uno/a y el otro/a, ya que no hay dos personas iguales. Rescatar la persona por encima de cualquier diagnóstico o clasificación. 

-¿Qué pueden encontrar los lectores en su libro?

-El libro se llama "Las inclusiones: nuevas demandas y necesidades" y ha sido recientemente editado por Noveduc, como su nombre lo indica toma la temática de las inclusiones de sujetos con necesidades educativas especiales en la escuela común. Las escuelas están recibiendo en sus aulas a estudiantes que hasta hace muy poco tiempo eran derivados a escuelas especiales, y esta realidad ha modificado el paisaje escolar haciendo surgir nuevas demandas y necesidades en toda la comunidad educativa, directivos, docentes, padres, equipos técnicos se encuentran a diario con nuevas situaciones que deben resolver con la inmediatez de lo impostergable, en muchos casos sin contar con las herramientas necesarias.
 
Esas herramientas no son sólo de tipo material o físico (por ejemplo una rampa, un ascensor, materiales didácticos apropiados, espacios accesibles etcétera), sino también en cuanto a preparación de los docentes como actores principales de las inclusiones y aquí se podrían mencionar no sólo temas pedagógicos, sino también, y fundamentalmente, herramientas de carácter simbólico, con esto último me refiero a la reflexión y el debate sobre las discapacidades, es necesario como paso previo a cualquier acción pedagógica concreta, desnaturalizar el imaginario social, vigente también en las escuelas sobre las discapacidades, dar lugar al surgimiento de nuevas formas de sentir, pensar y actuar en relación a las personas con discapacidades.
 
El lector puede encontrar historias cuyos protagonistas son chicos y chicas con discapacidades o bien sus familias. Son vivencias personales en escenarios educativos, en escuelas especiales, niveladoras, o comunes. Las historias contienen experiencias que me marcaron a nivel personal o profesional. Porque me hicieron reflexionar, dudar, me despertaron un interrogante, me conmovieron en algún sentido. Por momentos también encontrarán los aportes teóricos de autores que sostienen los argumentos y los sentidos que voy encontrando en torno a las situaciones narradas.
 
Me parece importante decir que los textos están pensados en primer lugar para los docentes, pero son accesibles a la lectura de cualquier persona interesada en la temática. Están escritos en un lenguaje claro y sencillo.

-¿En un sistema educativo en crisis cómo se los incluye a los niños especiales?

-No sé si decir que nuestro sistema educativo está en crisis, si que en los últimos años se han producido cambios que hacen necesario repensar la escuela tradicional, se han movido piezas importantes que están haciendo surgir, como decía antes, nuevas demandas y necesidades para las cuales las escuelas comunes no estaban preparadas ni material, ni simbólicamente. 
Hay mucho trabajo por delante para que se pueda hablar de una escuela verdaderamente inclusiva, pero el proceso se ha iniciado, los estudiantes con necesidades educativas especiales ya están en las aulas y las respuestas a las nuevas necesidades y problemáticas son más que urgentes.

-¿Qué rol cumplen las escuelas especiales?

-La inclusión en la escuela común de personas con necesidades educativas especiales, no solo cambia el panorama de esta escuela, sino también el de las escuelas especiales que  se ven en la necesidad de readecuarse y replantear su rol. Si bien desde los marcos legales se brindan ciertas herramientas para llevar adelante esa readecuación, esos marcos no siempre son efectivos en la práctica. Por lo cual, este tipo de instituciones también están reacomodándose a las nuevas realidades. 

-Desde una perspectiva general y crítica las escuelas especiales parecen bolsas de chicos no deseados por la sociedad. ¿Qué función le asignaría ante la aplicación de la ley de integración?

-Creo que en muchas ocasiones las escuelas especiales han recibido chicos que la escuela común expulsaba de sus aulas, otorgándole la posibilidad de aprender que no tenían en la escuela común. Y también reciben y contienen a muchos otros que por determinadas problemáticas no están en condiciones de ser incluidos a un aula común.
 
A mi modo de ver, si bien las escuelas especiales deberán replantearse y revisar sus modos de funcionamiento, así como también readecuar su rol, seguirán siendo lugares necesarios para muchas personas, que como decía anteriormente tienen problemáticas que dificultan su inclusión en establecimientos comunes. Además me parece fundamental el aporte que los técnicos y docentes de escuelas especiales pueden hacer no sólo en el seguimiento de chicos/as incluidos/as, sino también en el asesoramiento a la escuela común y en la docencia acerca de las discapacidades amplificada a la sociedad donde aún existe mucho desconocimiento en relación a las mismas.

-¿Cómo ve usted la relación familia-escuela en los niños especiales escolarizados?

-Por una parte, no es fácil para las familias de chicos con discapacidades lograr que las escuelas comunes los acepten e inscriban. A pesar de la vigencia de la ley, muchas escuelas se niegan a admitirlos o ponen trabas u obstáculos muy difíciles de sortear para la familia.
 
También suele ocurrir que cuando la admisión se logra surgen otro tipo de dificultades en relación al proceso del estudiante incluido que provoca roces e incomprensiones mutuas. Lógicamente no siempre hay conflicto, y hay casos donde la inclusión es muy exitosa, pero considero que aún hay mucho por hacer, mucho por reflexionar y mucho por debatir. En este sentido, es muy importante que se abran espacios de encuentro donde todos los involucrados, llámense padres, maestros, técnicos, directivos y estudiantes  puedan dialogar y construir nuevas formas de abordaje de los temas que les preocupan.    


-¿A su criterio, la sociedad está en condiciones de integrar y valorizar a los niños especiales?

-Lo que acabo de decir para las relaciones familia-escuela, me parece válido para la sociedad en general. La sociedad necesita reflexionar y debatir el lugar que le otorga a las personas con discapacidades. Transformar las representaciones vigentes asociadas a la falta, a la lástima, a la incompletud por otras en donde sea posible mirar las diferencias como lo que hay entre cada uno/a y el otro/a ya que no hay dos personas iguales. Rescatar la persona por encima de cualquier diagnóstico o clasificación. 

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