La Aerosilla, una postal en las sierras de Carlos Paz

La Aerosilla es uno de los símbolos de Carlos Paz que fue visitado por generaciones y generaciones de argentinos, al tiempo que, con el correr de las décadas, se convirtió en la postal turística de nuestra ciudad.
viernes, 4 de julio de 2014 · 12:15
Carlos Paz. El Complejo Aerosilla es uno de los grandes símbolos de Villa Carlos Paz que fue visitado por generaciones y generaciones de argentinos, al tiempo que, con el correr de las décadas, se convirtió en una de las cartas de presentación de nuestra ciudad en el mundo. Nació en la década del cincuenta, por iniciativa del ingeniero Rodolfo Witner, que se asoció a las familias Block, Olmos, Nicollier, Orsi, Rodil y Langhi, y el 25 de diciembre de1955 comenzó a funcionar. Fue la primera telesilla privada de Sudamérica y desde sus inicios, se supo ganar un espacio de preferencia dentro de la oferta turística de las sierras cordobesas. Ahora, en la víspera de su 60 aniversario, el empresario Eduardo Nicollier concedió una entrevista concedida a El Diario, y habló de la historia del complejo, los nuevos desafíos y la intención de incorporar más juegos.

Todo comenzó con una franja de terreno de un ancho de seis metros por donde pasarían las sillas y una superficie menor tanto en la base como en la cima del cerro, donde se instalaría el restaurante y otras áreas preparadas para el turismo. Su construcción demandó un año y las piezas fueron traídas desde Buenos Aires, en base a planos originales conseguidos en Austria.

"Cómo comenzó esta historia es algo que no tengo muy claro. Era un grupo de visionarios que tenía conocimiento de transporte, muchos habían trabajado en la construcción del ferrocarril y eran austríacos. Se había radicado en Carlos Paz y conformaron un pequeño grupo de técnicos, pero las faltaba la parte contable y administrativa, y ahí contrataron a mi padre que venía de Santa Fe. Mi familia se encargó de conseguir los capitales para encarar el proyecto. No fue una tarea fácil, pero se hizo. Funcionó muy bien hasta el año 1978, donde se estancó un poco y se decidió entonces una renovación completa de toda la instalación"; recordó Eduardo Nicollier.

"Se empezó con el cambio de la instalación y después por una serie de motivos, yo aparezco en escena en el año 1981 y de ahí en adelante, me hice cargo de la ampliación del complejo. Se empezaron por arreglar los negocios que tiene el predio, se hicieron otros nuevos, compramos las tierras de alrededor y se amplió la parte del fondo. Se estuvo trabajando sobre la confitería y sumamos más servicios para la gente. Si bien el centro de atracción sigue siendo lo mismo, la realidad es que ahora estará apoyado por una serie de cosas que queremos sumar"; destacó.

Y es que la inversión siempre fue uno de los pilares fundamentales del Complejo Aerosilla. No sólo ampliaron el predio, sino que construyeron una piscina de 400 mts2 (única en su tipo por la belleza del entorno), la construcción de locales comerciales, la incorporación del Acuario, la Alfombra Mágica, un nuevo bar y confitería, la remodelación de la zona de acceso, la puesta en funciones del llamado "Aerotrén" y la apertura de los espacios Paraíso Perdido y Kansas City, entre otras mejoras que fueron introduciéndose durante las décadas del ochenta y noventa.

Consultado sobre el posicionamiento de la Aerosilla como una marca tradicional de la ciudad, Nicollier reconoció: "La Aerosilla tiene dos puntos en ese aspecto, se le pone un nombre que la verdad no sé a quién se le ocurrió y que fue muy importante. Yo propuse registrarlo, pero se abrieron otros complejos similares que usaron el nombre. La Aerosilla creció porque siempre fue acompañando el crecimiento turístico de Carlos Paz, se pensó como un desafío a futuro. Yo no sé si esa fue la idea de todos, pero entendían que debía complementar otros rubros. Tal es así, que la primera publicidad que tuvo la ciudad (que circulaba en Santa Fe y Rosario) decía: `Conozca Carlos Paz y viaje en Aerosilla´. Fue la primera empresa que hizo eso en Córdoba".
A tal punto se convirtió en una característica inconfundible de la ciudad, que casi no había postales que no llevaran la foto de las sillas surcando las montañas. "Esto pasó porque el sistema de fotografía sobre la silla se instaló desde un principio y siempre la gente que subió pudo sacarse su foto con una vista única. Eso hace que haya millones de fotos por el mundo".

En el año 2005, la Aerosilla celebró sus 50 años y alcanzó un total de 5,5 millones de turistas transportados. Para celebrarlo, la familia Nicollier procedió a la compra de 25 nuevas sillas a la firma "Poma" y 1.100 mts de cable de 26 mm de diámetro para el reemplazo de los existentes por un valor de 200.000 Euros. En ese sentido, se conoció que el próximo año se festejarán los 60 años del centro de entretenimientos y para ello, se buscarán sumar más juegos y atractivos.


El salón para fiestas y eventos

Una de las últimas inversiones que se concretaron en la Aerosilla es el nuevo salón para fiestas y congresos, único en la región por la tecnología con la que cuenta. "Decidimos construir este espacio porque entendíamos que la ciudad de Carlos Paz no contaba con un espacio que reúna las características del nuestro. No sólo por la tecnología, sino porque que se encuentra cerca del centro y al mismo tiempo, ofrece privacidad, porque se encuentra en una quebrada"; dijo Eduardo Nicollier, quien reconoció: "Tiene capacidad para 350 personas comiendo, sin ocupar pista de baile, y cuenta con las instalaciones de luz, sonido y filmación. Entran 500 personas".

"El lugar es cómodo y tiene un estacionamiento totalmente cómodo, amplio, fuera del tráfico, y lo que es el movimiento normal de la ciudad. Personalmente, creo que tiene ventajas tanto en la edificación como en su ubicación. Lamentablemente, todavía no fue habilitado"; finalizó.


Los sueños del futuro

Sobre los desafíos que se encararan a futuro, el empresario Eduardo Nicollier manifestó: "En este momento, debemos encontrar cierto equilibrio entre las inversiones que realizamos y el contexto que estamos viviendo. Somos muy conscientes de que no se puede invertir más en Carlos Paz en cosas que no tengan valor agregado. Hay que olvidarse de los jueguitos y las cosas conocidas, debemos innovar. Mi hijo estuvo en una convención muy grande hace un par de años en Sao Paulo y vimos que hay muchos juegos nuevos que podrían incorporarse al complejo y mejorar la oferta turística. Hay muchísimo en el mundo para traer, pero hay que ver si la rentabilidad es suficiente y podremos recuperar la inversión. Nosotros queremos traer un atractivo nuevo y veremos si llegamos a inaugurarlo el año que viene para el aniversario".- 

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