Beatriz Castillo se encontró con su hija en cautiverio

Beatriz Castillo es una sobreviviente del horror, fue secuestrada y torturada durante la última dictadura argentina, se encontró con su hija en prisión y fue una de las fundadoras de la Comisión en Defensa de los Derechos Humanos de Carlos Paz.
jueves, 25 de agosto de 2016 · 09:48
Carlos Paz. La carlospacense Beatriz Castillo es una sobreviviente del horror, fue secuestrada y torturada durante la última dictadura argentina, se encontró con su hija en prisión y fue una de las fundadoras de la Comisión en Defensa de los Derechos Humanos de Carlos Paz. Fue "chupada" por un grupo de tareas a cargo de José Tófalo junto a su hijo Carlos Corsaletti y un día después cayó su hija Adriana. Madre e hija se reconocieron y se reencontraron estando en cautiverio.

"Eran las 23 del 5 de septiembre de 1977 y terminábamos de cenar, Carlitos, Aldo, Fernando (el Negro) y yo. Una noche tranquila hasta que golpearon la puerta, -yo les había enseñado a mis hijos que no debían abrir la puerta a nadie: "Si mamá cabra no está, los cabritos no abren"- les decía. Pero esa noche no sé qué nos pasó, y no preguntamos quién era, simplemente abrimos la puerta. Yo creía que era la cabrita que faltaba y me encontré con una patota integrada por unos quince o dieciséis hombres fuertemente armados que de un salto entraron a la cocina, gritaban, pedían documentos, y yo confundida me fui a buscar mi DNI al dormitorio, y cuando vuelvo vi al Negro detrás de la puerta. Lo tomaron de los pelos y lo sacaron a los golpes. Lo golpearon muchísimo"; relató, durante una entrevista con El Diario.
 
"Desde entonces el Negro Fernando Agüero está desaparecido. Lo escuchamos en La Perla, donde nos llevaron a nosotros. Una mañana cuando fuimos al baño escuché su voz, alcancé a verlo por debajo de la venda sus pies. Lo llevaban entre dos porque no se podía mover. Lo escuchamos hasta el 10 de septiembre, después nunca más"; agregó Castillo, quien recordó sus días de cautiverio en La Perla. "A mí me llevaron junto a mis hijos y un primo. Nos llevó un hombre ni muy alto, ni muy bajo, bastante feo, a quien le decían "Favaloro" (Tófalo). No me acuerdo de los detalles de La Perla, pero imagínese la situación. Fueron días de tortura para todos los compañeros, día y noche. Era un solo lamento, no sé cómo no salimos locos de vivir todo eso. Escuché cavar, escuché tiros, escuché perros correr y escuchaba las risas de los torturadores. Fue terrible"; relató Beatriz, quien también estuvo presa en Campo de la Ribera.

Su hija Adriana Corsaletti tenía 21 años y cayó un día después que su madre y su hermano de 16 años. Terminó en La Perla (como ellos) y sólo pedía que liberen a su hermano. Una tarde, su madre la escuchó y preguntó: "¿Hija, sos vos?". Beatriz había reconocido su voz, la alegría fue inmensa y sirvió para soportar el tormento.

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