Se colocan más de 75 stents por día en el país

Se abordó este tema en un simposio del CACI durante el Congreso Argentino de Cardiología
sábado, 21 de octubre de 2017 · 17:12

Buenos Aires.- En un simposio científico realizado durante el 43º Congreso Argentino de Cardiología, los especialistas del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) destacaron la importancia de los diferentes tipos de stents, que son esos pequeños tubos o mallas metálicas que se colocan en las paredes internas de las venas o arterias para normalizar el flujo sanguíneo en aquellos casos en lo que se presentan obstrucciones.

Fundamentalmente, se utilizan en procedimientos por cateterismo para tratar infartos agudos de miocardio, angina de pecho u obstrucciones coronarias, aunque su uso en los últimos años se ha extendido también a otros territorios vasculares. 

En opinión del Dr. Aníbal Damonte, cardioangiólogo intervencionista vicepresidente del CACI, de acuerdo con los datos del Registro del CACI correspondientes al año 2015, se colocan más de 28.000 stents coronarios por año en la Argentina, de los cuales aproximadamente el 70% corresponde a stents con liberación de fármacos en la pared arterial, para disminuir la chance de nuevas obstrucciones en el sitio tratado. 

“Sin embargo, es muy probable que la cifra real sea bastante mayor, ya que por tratarse de un registro voluntario, no todos los centros aportan su información. Comparado con registros previos, surge que la tasa de uso de stents con liberación de fármacos se incrementa año tras año”, afirmó el Dr. Damonte. 

Existen tres grandes tipos de stents: los tradicionales, los liberadores de droga y los biodegradables o bioabsorbibles. El primer tipo fue el que se desarrolló inicialmente, sostienen la luz (espacio interior) de la arteria de manera mecánica y luego permanecen allí. Si bien constituyeron un hito en el tratamiento de las obstrucciones arteriales, no menos cierto también fue que presentan un importante nivel de reestenosis (nueva obstrucción). 

Luego, llegaron los stents liberadores de droga, que sumaron otra función: la de progresivamente liberar un fármaco que contribuye a impedir la proliferación excesiva de células que pudieran re-ocluir la luz de la arteria. Finalmente, en los últimos años, se presentaron los stents ‘biodegradables’ con la característica de, además de liberar droga, ir disolviéndose con el tiempo, con una duración aproximadas de 3 años. No obstante, los expertos aseguran que se necesitan mayores investigaciones a largo plazo para determinar si su utilización es conveniente y en qué circunstancias, y trabajar también sobre alguna de sus desventajas, como por ejemplo su grosor, que es mayor que otros tipos de stents. 

“Las ventajas de los stents farmacológicos son las de tener una menor incidencia de nueva necesidad de reintervención en el vaso tratado, por mantener un más alto porcentaje de vasos permeables sin nueva reobstrucción del vaso tratado con la angioplastia”, consignó por su parte el Dr. Alejandro Cherro, cardioangiólogo intervencionista y presidente del CACI. “Mientras que los stents bioabsorbibles contienen los mismos fármacos de los stent farmacológicos, con la diferencia que su estructura desaparece totalmente a lo largo del tiempo”, agregó el Dr. Cherro. 

No obstante, afirmaron los expertos en el IX Simposio TCT@CACI@SAC, llevado a cabo durante el 43° Congreso Argentino de Cardiología, no existe una indicación única y universal respecto de los stents. Cada cardioangiólogo deberá evaluar la condición médica y la situación de cada paciente para la elección del dispositivo más adecuado para cada ocasión. 

Respecto de la cantidad de stents que se recomienda colocar por procedimiento, el Dr. José Álvarez, médico especialista en cardioangiología intervencionista y miembro del CACI, explicó que tampoco existe un límite preestablecido, pero recordó que no deja de ser un elemento extraño dentro del cuerpo, por lo que aconsejó colocar solo los que sean estrictamente necesarios para mantener la arteria abierta. 

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