La historia secreta de una Kennedy

martes, 13 de octubre de 2015 · 17:13
Esta es una historia que salió nuevamente a la luz con el lanzamiento del libro "Rosemary, the Hidden Kennedy Daughter" de Kate Clifford Larson. Se trata de un libro que da cuenta de otro lado oculto de la tradicional familia norteamericana Kennedy.
 
Se trata de la biografía de Rosemary, una hermana del ex presidente John F. Kennedy que tuvo problemas al nacer y discapacidades que su familia trató de ocultar a lo largo de su vida. Era la tercera de los nueve hermanos Kennedy.
 
Según cuenta el libro, problemas en el parto la marcaron con un impedimento intelectual que la familia se esforzaba en ocultar permanentemente. Rose tenía continuos cambios de humor, ataques incontrolables de ira y berrinches. Sin embargo, mantenía una activa vida social y era dueña de una belleza que llamaba la atención.
 
El libro también señala que la niña tuvo problemas para aprender a leer y escribir, además no tenía buenos desempeños en los deportes y debió ser enviada a una escuela pupila para chicos discapacitados. Esto no la privó de los viajes por el mundo y los contactos con la alta sociedad. De hecho conoció a la Reina de Inglaterra en Buckingham Palace. Sin embargo, las cosas empeoraron con el correr de los años y a medida que la joven crecía, su carácter se volvía más difícil. Sus padres optaron por alejarla cada vez más de la escena pública.
 
Los 23 iban a ser trágicos para Rosemary ya que ese año, sus padres decidieron practicarle una lobotomía que la dejaría debilitada para el resto de su vida. La Asociación Médica Americana había advertido al matrimonio que la lobotomía prefrontal era muy riesgosa. El orgullo y la necesidad de mostrar una imagen sólida y sin fisuras a la sociedad, hizo que en noviembre de 1941, en el Hospital de la Universidad de George Washington, Rosemary sea sometida sin anestesia a la perforación de dos orificios en su cabeza y al corte de terminaciones nerviosas en su cerebro, hasta su desmayo. La tercera hija de los Kennedy quedó con la edad mental de un niño de tres años, no pudo volver a caminar y tenía dificultades en el habla, entre otras cosas.
 
Tras eso, fue internada en un hospital psiquiátrico privado, Craig House, al norte de Nueva York. Allí permaneció ocho años cuando la trasladaron a St. Coletta, en Jefferson, Wisconsin. Allí fue abandonada veinte años. Dos décadas después, su hermano John F. la visitó por primera vez. Tras esa visita, los hermanos Kennedy la empezaron a buscar regularmente para llevarla a visitar al resto de la familia.

Eunice Kennedy fue quien se hizo finalmente cargo de su hermana y se ocupó además de la situación de los discapacitados en Estados Unidos. De hecho, fundó las Olimpíadas Especiales. Finalmente, Rosemary falleció a los 86 años en el 2005 por causas naturales.
 
La autora explicó que realizó la investigación a partir de diarios, correspondencia de Rosemary, cartas del colegio y de los médicos y entrevistas exclusivas con la familia.
 
 


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