Brasil: Un pueblo de bellas mujeres que salen a buscar hombres

La increíble historia del pueblo Noiva do Cordeiro (Brasil) donde habitan 600 guapas y solteras mujeres de entre 20 y 40 años, que saldrán a buscar a hombres que acepten sus reglas y vivan con ellas.
jueves, 28 de agosto de 2014 · 20:25

La increíble historia del pueblo Noiva do Cordeiro (Brasil) donde habitan 600 guapas y solteras mujeres de entre 20 y 40 años, quienes saldrán a buscar hombres que acepten ser sus parejas para poblar la comunidad. La única consigna para convertirse en novio de estas esculturales mujeres es reconocer sus reglas feministas, que establecen que son las jóvenes quienes deciden su forma de vida y se encargada de conducir la sociedad.

Concretamente, el reglamento establece que las mujeres son la única autoridad en la comunidad y se encargan de las tareas agrícolas y de la gobernación, al tiempo que son quienes practican los ritos religiosos. El problema de la comunidad que los hombres que viven en la comunidad y aceptan estas reglas, están todos casados o son parientes cercanos. Los hombres de Noiva do Cordeiro tienen como función el trabajar fuera de la comunidad y solo pueden regresar los fines de semana. Las mismas reglas se rigen para los hijos hombres que alcanzan la edad de 18 años. El objetivo de sus normas es evitar que un hombre mande en la comunidad.

"Hay muchas cosas que las mujeres hacen mejor que los hombres"; dijo Rosale Fernandes, quien agregó: "Nuestra comunidad es más hermosa, más organizada y más armoniosa que si los hombres estuviesen en cargo". "Queremos conocer a caballeros que dejen sus propias vidas y vengan a formar parte de las nuestras"; agregó Nelma Fernandes, quien puntualizó: "Pero primero tienen que aceptar hacer lo que nosotras decimos y vivir bajo nuestras reglas".

Noiva do Cordeiro fue fundada hace 120 años por Maria Senhorinha de Lima, una mujer expulsada de su comunidad y excomulgada de la iglesia católica por 'adulterio', quien después abandonó a su marido con quien la habían obligado a casarse. En 1940, el pastor evangélico Anísio Pereira se casó con una joven de la comunidad y llegó a ser la máxima autoridad en ella, imponiendo reglas muy estrictas, lo que motivó numerosas quejas por parte de las mujeres hasta su muerte en 1995.

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