El movimiento obrero es visible cuando lucha

El cambio de gobierno de Cristina a Macri -vamos a obviar el inolvidable interregno de Lorenzetti y Pinedo- abrió el camino a desgajamientos en el espacio saliente y reposicionamientos en todas las fuerzas de la oposición. Como siempre sucede, el actor principal de la política es quién detenta el Poder Ejecutivo y respecto de esta fuerza es que se analizan y toman posiciones.
Por Gonzalo Carbajal

El cambio de gobierno de Cristina a Macri -vamos a obviar el inolvidable interregno de Lorenzetti y Pinedo- abrió el camino a desgajamientos en el espacio saliente y reposicionamientos en todas las fuerzas de la oposición. Como siempre sucede, el actor principal de la política es quién detenta el Poder Ejecutivo y respecto de esta fuerza es que se analizan y toman posiciones.
 
La particularidad de los primeros meses de gestión es que este flamante ejecutivo muestra una figura presidencial con mucha menos presencia -mediática y política- que la que nos tenía acostumbrados Cristina Fernández de Kirchner, sin embargo eso no ha implicado falta de actividad o resignación de la agenda por parte del gobierno.

Aquello que era virtud en la etapa kirchnerista para disputar la tematización, con medidas de alto impacto y una fuerte politización de cada una, es parte de lo que la Alianza Cambiemos ha logrado identificar con los "malos modos” de sus predecesores. El cambio, en este caso, pasa por mostrar mayor actividad con una comunicación deshistorizada, que aunque tiene menor impacto mediático se amplifica por la alianza tácita entre los grandes medios y el gobierno nacional. Todo ello justificado en "la herencia recibida”, el desarme de un aparato de propaganda y el fin de la guerra contra los periodistas (Marcos Peña, "Sobre la comunicación del gobierno”).

Los temas que acapararon la atención y condicionaron las posiciones en los primeros meses fueron de los despidos -principalmente en el sector público- al acuerdo y pago a los Fondos Buitre. Quedaba espacio para navegar con soltura entre las posiciones del gobierno y un kirchnerismo que no lograba despegar del recuerdo de la "década ganada”. Por allí se colaron el Frente Renovador y el bloque Justicialista pendulando entre ambos polos y compitiendo por la etiqueta de "oposición responsable”.

Transcurridos cuatro meses de gestión los efectos de los políticas aplicadas comenzaron a verse en toda su expresión: desocupación, alza de precios, baja de la actividad industrial. Si sumamos el incumplimiento de promesas electorales respecto de impuesto a las ganancias, tenemos todos los puntos que unifican el reclamo de las centrales de trabajadores este 29. Este movimiento de unidad en la acción repone en el escenario político a un actor de peso que empieza a volver de la fragmentación que lo llevó a, al menos, 5 pedazos.

La firme toma de posición pública de este sector en referencia al gobierno fue expresada en el impulso a una ley "antidespidos”. Esta jugada achica el margen de movimiento para quienes gozaban de la tibieza que ofrece la "oposición responsable” y también condiciona a los otros. Como consecuencia, ciertas tensiones pasan a ubicarse al interior de alguno de ellos, como en el caso del Frente Renovador donde referentes de sectores industriales conviven con diputados de extracción sindical. El FPV-PJ rápidamente se alineó con los reclamos obreros, Macri -y sus socios mediáticos- agitaron la bandera de que es una ley "antiempleo” porque espanta a los inversiones. Habrá que ver como sigue el trámite legislativo en Diputados, que debe tratar la media sanción del Senado -con más de 2/3 y apoyo transversal- o hacer correr el proyecto de los sindicatos.

Por el lado sindical se advierte que los dirigentes son conscientes de que la posición adoptada mayoritariamente vuelca las miradas del grueso de la política sobre ellos. Efecto buscado, sin dudas, pero también respuesta a las bases que reclamaban ir a la calle, como expresaron algunos dirigentes.

En el análisis de todos los que se oponen a Macri se encuentra el escenario regional. Hay preocupación por la situación política-institucional y se imaginan condiciones económicas que tienden a empeorar en el mediano plazo por la profundización de la recesión en Brasil. A ello se suman señales de avance hacia la firma del tratado de libre comercio Mercosur-Unión Europea (ahora liberado del freno de la anterior administración) y la definición de Susana Malcorra de que ALCA no es mala palabra tres días antes de asumir en la Cancillería. Cuestiones que un dirigente gremial estatal leyó como un llamado de alerta "si se firma el TPP se flexibilizan todas las relaciones laborales” (1).

En este contexto la centralidad de las organizaciones de los trabajadores es concreta pero contingente. Lo primero se deduce de la celeridad que las cámaras de Diputados y Senadores se abocaron al tratamiento de la "emergencia laboral”. El carácter contingente porque depende de la unidad de acción -en esta etapa- y eso se nota en el cuidado con que los dirigentes caminan estas primeras horas de coincidencia. Como ejemplo vaya la bajada de Barrionuevo horas antes del acto.

Quienes pensamos que las políticas que lleva adelante el gobierno de la Alianza Cambiemos no son improvisaciones ni el producto de decisiones erráticas, entendemos que la movilización del viernes 29 es la primera movida en condiciones de poner al gobierno nacional a la defensiva. El éxito dependerá, en gran medida, de la capacidad del movimiento obrero de mantenerse unido y en el centro del ring, para seguir visible frente a un gobierno que lo necesita corrido de la escena para avanzar en sus políticas.

Pero no hay un solo ring. La jornada será contada a partir de esa misma tarde por gobierno, oposición y los propios protagonistas. Pero no debemos olvidar que también juegan los medios de comunicación en tanto actores interesados, ya que algunos se encuentran entre los grandes ganadores de la etapa (2). He ahí quizá la mayor debilidad de los organizadores. Desde hace mucho tiempo la política implica un escenario doble, la calle donde se puede jugar de local y los grandes medios donde siempre – siempre – los trabajadores jugaron de visitantes.

(1) Mariano Unamuno (UPCN Salud). Debate sobre el rol del sindicalismo organizado por Reconquista, 26/4/2016.

(2) Consecuencia directa de la reregulación iniciada con el DNU 267/2015. Ver más acá.

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