Una historia de amor perdido en el tiempo se presentará en Córdoba

Villa Carlos Paz. José María Cotarelo Asturias (de Granada, España) decidió afincar su poesía en un rincón de las serranías cordobesas. No sabe si el legado de don Manuel de Falla o de Federico García Lorca, lo orientó hacia el sur del sur. Lo cierto que en su familia ya había adelantados. 

Su hermana llegó en los tremendos años 60 y 70 a Buenos Aires, y él esperó el tiempo suficiente, el tiempo de las líneas invisibles, para dar a conocer la historia de amor que narra poéticamente en su libro "Postales de Estambul a Granada". 

El poemario editado por el sello carlospacense Corprens se presentará el próximo sábado 25 en la casa de España en Córdoba, Sala Cervantes, Primer Piso, Avenida 24 de Septiembre 946, barrio General Paz, a las 20 horas.

Cotarelo Asturias adoptó, como lo hizo Falla, a Granada como su lugar en el mundo, y al pie de la mítica Alhambra da rienda a sus versos, y como capricho del destino, eligió a la Córdoba argentina, la de la Nueva Andalucía para dispersarlo por el universo.

"Apenas había pensado no publicar más, llegó la tentación de la editorial que edita El Diario de Carlos Paz para plasmar en papel un poemario que casi tenía olvidado, "Postales de Estambul a Granada", la historia de un amor perdido en el tiempo, de dos amantes que ya no se pertenecen, o al menos no en un tiempo actual. La historia transita por tres ciudades; Estambul, Granada y ahora Carlos Paz donde terminé de revisarlo y corregir el poemario.

Un amor, como tantos, imposible. Pero es también una historia de soledad. Entre otras muchas cosas, la poesía, existe para saber que no estamos solos. Que hay alguien al otro lado de la palabra, o de la página, que siente lo mismo que nosotros. 

Como a veces, tampoco uno decide sobre lo que aparece en el camino, en el poemario aparecen varias postales traducidas al turco por el poeta y traductor Cihan Tanrikulú, pero no todas. Sólo las primeras seis. Con respecto a lo que sucede, a veces pienso que si uno se deja llevar por la poesía el mundo se transforma en lo que el escritor Alejo Carpentier solía llamar lo real maravilloso." 

Lo que une
Al poeta se lo conoce como Chema en Villa Carlos Paz. En su primer viaje, el intendente Esteban Avilés lo declaró huésped de honor.  En esa oportunidad, el granadino estrenó su obra de teatro "El sueño de Federico" después de haber sido anfitrión en el Centro Artístico de Granada de una comitiva carlospacense.

Sobre su vinculación con Argentina, el poeta señaló que "surgió por dos personajes históricos unidos en el tiempo, cuya amistad fue más allá de sus propias vidas: Manuel de Falla y Federico García Lorca. Gracias a Santiago Solans pude conocer "Noches en los jardines de Córdoba" dándome cuenta de la importancia que Villa Carlos Paz y Alta Gracia compartían en la vida y parte de la obra del maestro. 

Ese encuentro, que se produjo en Granada en 2016, no sólo propició un ámbito de amistad entrañable, sino que estableció una relación literaria que llevó a autores carlospacenses como Inés Torres y Pedro Solans a Granada, además de músicos litoraleños de la talla de Joselo Schuap y Lucas Segovia. Y a eso se sumó a la tarea Fundamental que realiza otro cordobés como es Horacio "Tato" Rébora que lleva 30 años organizando el Festival Internacional del Tango y que es un eje esencial entre Argentina y España.

En 2016 se representó por primera vez en Carlos Paz, mi obra "El sueño de Federico", dirigida por Daniel Grana y con un importante elenco de artistas locales. El hecho de asistir al estreno me acercó a la gente de Carlos Paz, compartí inolvidables horas, comprobando la generosidad y la alegría de su gente. Aquí, es fácil sentirse como uno más, perderse entre sus calles o en la costanera y confundirse, dueño ya de un sentir propio, que va más allá de las horas y las distancias."

Sobre vinos y paisajes
José María Cotarelo Asturias se declaró un caminante fervoroso de los caminos y paisajes argentinos. Tras varias semanas de visitar provincias, confesó amante de los vinos y de lugares como Córdoba, Misiones, La Rioja y Catamarca.

"En este viaje he podido conocer lugares increíbles de los, que, por desgracia, no tenemos conocimiento en España, o al menos de un modo general. Argentina me parece un país asombroso, desprendido en su inmensidad, de una hermosura definitiva. Un país que hay que conocer, sentir, disfrutar en toda su extensión. Tiene paisajes de un atractivo único, rincones cargados de belleza que van más allá de Iguazú, del Parque Nacional Talampaya o el Perito Moreno, pero también de una apasionante historia que es preciso no olvidar y una gastronomía y artesanías envidiables, lo que constituye uno de los elementos claves para atraer a personas de otros países. Pero si tuviera que resaltar una característica esencial, sería la bondad de su gente, que hacen que uno se sienta partícipe. Uno, confundido en el mar de las horas, parece querer anclar su nave, detenerse, volver a sentir la vida con un pulso a ritmo de chacarera, chamamé o de tango."

Agradeció de corazón al empresario Miguel Ángel Caruso y al periodista Gerardo Chain por haberlo hospedado en el MAC Royal Suite Howard Johnson de Chilecito y elogió los vinos de la Familia Caruso.

En La Rioja llenó sus alforjas de vinos y aceites de oliva y en Catamarca, se fotografió en la cuesta del Portezuelo que, como el arte influye lo conocía por la zamba Paisajes de Catamarca.
"Conocer a artistas de acá, músicos, escritores, actores, me parece esencial. Encuentro fundamental el hecho de que el arte sea capaz no sólo de construir puentes, sino de acercar las riberas. No podemos olvidar que, por debajo del agua de la cotidianeidad, somos orillas de un mismo mar, de una misma tierra; hijos de un mismo sentir, un latido hermano hecho de vínculos imborrables que nos engarzan", dijo el poeta de Granada enamorado de Córdoba.