Dalia Gutmann presentó "Cosa de minas", una radiografía de la psiquis femenina

El sábado por la noche, la humorista puso en escena su obra de stand up en el Teatro Acuario de Villa Carlos Paz.
lunes, 13 de noviembre de 2017 · 09:25

Por Sol Castro

Villa Carlos Paz
. "Cosas de minas" es principalmente un show catártico, como una "especie de terapia en grupo", así llamó en broma Dalia Gutmann a su propio espectáculo, en un momento del show en el que logró un potente convivio con los espectadores, a lo largo de toda la función. La locutora, actriz y comediante que comenzó en el 2011, repartiendo ella misma los folletos para fueran a ver su obra en Buenos Aires, hoy es aclamada por un público que la sigue en su gira nacional, vendiendo cientos de entradas cada vez que se presenta. El sábado por la noche, puso en escena su obra de stand up junto a la productora y técnica, Alejandra Bavera, en el Teatro Acuario de Carlos Paz.

El éxito del stand up radica no sólo en lograr un monólogo ágil, divertido, con diálogos frescos y efectivos, sino en mantener la atención del espectador durante todo el show, que no decaiga en ningún momento. Después de siete años de llevar a cabo este monólogo, dirigido a mujeres, pero también a hombres, Dalia consigue eso, y mucho más. Cuando la actriz compara la cartera de una mujer con su cerebro, haciendo alusión a la multiplicidad de objetos que en ella se puede encontrar, no está siendo creativa, claro está,  sin embargo es algo que quizás no podría pasar por alto en un show de esas características. La identificación con su personaje (ella misma exacerbada) es inmediata, hombres y mujeres contestan a medida que pregunta, o se refiere a ellos, y lo cierto es que lo hace en forma constante.

Una mujer, espontáneamente le muestra que en su cartera tiene una cinta métrica, y eso es disparador de un sinfín de comentarios que enriquecen el show. Dalia interactúa con la gente y sigue adelante, si se pierde o se equivoca, es parte del personaje, vuelve para atrás, retoma y continúa, siempre con esa soltura y fluidez tan necesarias en este género.

A Dalia no se le escapa nada, habla de la mujer haciendo una radiografía de su esencia sin olvidar ninguna faceta: mujer como individuo, como esposa, como mamá, como amante, como hija, como amiga, como profesional. Se anima a decir cosas que le suceden al género femenino sin tapujos, en el sexo, en el trabajo, en casa con familiares, en la intimidad del hogar con sus hijos.

Con un humor claro y honesto, logra reírse con las mujeres que lo que nos pasa como mujeres, y también consigue hacerlo con los hombres, que se integran  al show, al ver sobre el escenario al estereotipo de la "mujer común", que le pasan cosas como a todas, que demuestra sus grandes debilidades, sabe reconocerlas y sacar provecho de ellas.

Dalia habla además sobre el machismo desde una postura perspicaz, haciendo concesiones, y reconociendo que de a poco, las cosas van cambiando. Hace una mirada crítica del uso de las redes sociales y su función, hurga en lo que molesta, dice lo que una nunca diría respecto al sexo marital,  la estética femenina,  la relación con una misma.

Expone la envidia entre mujeres, la falta de comprensión entre sexos opuestos, la ciclotimia femenina, las obsesiones de hombres y mujeres, y todo con humor, mucho humor. A veces un humor clownesco, y otras veces un tanto ácido.

Quizás el planteo de su show no sea original, dado que se mete con la psicología de la mujer, su forma de ver y abordar el mundo, desde una postura de aceptación, desde "el lugar de la perdedora", para poder hablar en broma cosas que son muy enserio, y luego explicarles de algún modo esas cosas a los hombres presentes.  Esto ya lo hemos visto muchas veces, sin embargo el gran acierto está puesto en las formas de contar aquello que todas sabemos, pero que no nos animamos a decir, y en ese sentido, el monólogo es sin dudas liberador. Su ductilidad en escena, la naturalidad, el humor, el dinamismo con que entra y sale de cada tema, usando objetos, u otros recursos y hasta cambios de vestuario, suman puntos y hacen del  espectáculo, de casi dos horas, un momento entretenido, inteligente y muy recomendable para ver solas, con amigas, y por supuesto, con el sexo opuesto. 

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