El día que Cafrune volvió a brillar en Cosquín

Una verdadera "cafrunemanía" se vivió el viernes pasado en la ciudad de Cosquín, donde se dejó inaugurada una estatua del querido cantor argentino, que custodia la plaza.
lunes, 1 de febrero de 2016 · 10:11
Cosquín. Una verdadera "cafrunemanía" se vivió el viernes pasado en la ciudad de Cosquín, donde se dejó inaugurada una estatua del querido cantor argentino, que ahora custodia con su guitarra uno de los accesos a la plaza Próspero Molina. La séptima luna del Festival Nacional de Folclore estuvo caracterizada por la magia de un artista inmenso, que inundó el escenario Atahualpa Yupanqui de la mano de su hija, Yamila Cafrune, quien destacó a El Diario: "Es un homenaje que el papi, que era un enamorado de Cosquín, se merecía hace tiempo. Estamos muy felices".
 
El intendente Gabriel Musso recibió a la viuda del cantor, Marcela Gallardo y a una de sus hijas, quien descubrió la escultura en la esquina de las calles San Martín y Bustos, frente a la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, la de las eternas campanadas. A las 12,30 hs. escritores, periodistas y cantores encabezados por Joselo Schuap organizaron una guitarreada para rendir tributo al canto de uno de los emblemas del festival. Tras las palabras del intendente anfitrión, los escritores Mariano Saravia y Pedro Jorge Solans hicieron una reseña de la vida de Cafrune.
 
Todo fue emoción bajo una lluvia que bendijo cada momento de la ceremonia. "El patrono de los guitarreadas" también fue homenajeado en horas de la tarde con la presentación en el micro-cine de la Sala de Convenciones, del documental  "Cuando llegue el alba. Vida, Pasión, Muerte y Resurrección de un Cantor Popular"; que fue realizada por el cantante Joselo Schuap.
 
Como no podía ser de otra manera, la jornada se cerró con el regreso de Yamila al escenario mayor del país junto a Facundo Ramírez (hijo del maestro Ariel Ramírez). Cafrune resucitó para Cosquín y Cosquín fue para Cafrune. Fue el artista que surgió en Cosquín y fue quien más se identificó con la mística coscoína, con el desarrollo del festival y clavó un mojón de identidad.
 
Desde su actuación consagratoria surgida en un fogón, Cafrune no cesó de tejer historias relacionadas al crecimiento festivalero. Fue un cultor de duendes con sus largas estadías en la ciudad, con sus vinculaciones con nuestro pueblo y su generosidad para provocar anécdotas.
 
Cuánto se puede escribir de la relación Cafrune-Cosquín, Cosquín-Cafrune. Su relación con Saúl Castro y la confitería La Europea, sus carreras de burro con el cura Monguillot, su llegada al balneario La Toma a caballo, sus largas guitarreadas, su generosidad con Mercedes Sosa, con Isaco Abitbol, José Larralde y el salteño Ocampo, la carpa de Cafrune donde se bailaba y miles de historias que se volvieron un símbolo del Cosquín. La escultura obsequiada por el Gobierno de Córdoba fue realizada por el artista Fernando Pugliese y se erige como guardiana de un festival que busca recuperar sus raíces y encontrarse con los duendes que lo hicieron crecer.

Galería de fotos

Comentarios