PreCosquín: Detrás del sueño, esfuerzo, esfuerzo y más esfuerzo

Llegaron a Cosquín, desde Pirané, Formosa; Emilia Alejandra Jara y Justo Daniel Acuña para competir en el rubro Danza Estilizada, aunque en realidad tienen el compromiso con su tierra y sus sueños van más allá de obtener un título.
jueves, 8 de enero de 2015 · 00:01
Cosquín. Llegar a pisar el escenario Atahualpa Yupanqui, en la plaza Nacional del Folclore de Cosquín, es un sueño compartido. Ese es el común denominador de cada uno de los noveles artistas que llegan todos los años, a principios de enero a participar del certamen PreCosquín, el primer escalón de la escalera de los sueños, aunque las diferencias se marcan en los esfuerzos que deben hacer unos y otros.
Con ese sueño llegaron a Cosquín, desde Pirané, Formosa; Emilia Alejandra Jara y Justo Daniel Acuña para competir en el rubro Danza Estilizada, aunque en realidad tienen el compromiso con su tierra y sus sueños van más allá de obtener un título, ellos quieren que se difunda y se conozca más la cultura de su Formosa natal.
"A veces pareciera que el litoral se ajusta a Entre Ríos, Chaco y Corrientes y por eso no se difunde lo que para nosotros es nuestra cultura litoraleña; nuestro sueño es lograr que se reconozca nuestra música y nuestra danza”, expresa Acuña, quien es profesor de danza y manifiesta su respeto por la danza tradicional.
Si uno le señala algún grado de contradicción entre sus expresiones y su participación en el Precosquin con un cuadro de danza estilizada, el deja sentada una posición clara: "Yo diría que es danza de proyección, para bailar en este estilo hay que tener un gran respeto por lo básico, lo tradicional; no es cuestión de hacer volar una mano al aire en cualquier momento, todo se puede estilizar pero sobre la base folclórica, tradicional”, explica bajo la mirada atenta de su mayor amor por la danza, la de ella, Emilia Alejandra.
Con su mirada cargada del paisaje de ese extremo del litoral, expresan su sentir y sus emociones cansinamente y con mucha espontaneidad, con ese canto que cada región le pone a la palabra y más aquellos que prefieren hablar con todo el cuerpo, con la danza.
 
El esfuerzo y la soledad

Si el sueño de triunfar es el de todos y los hace comunes en ese vértice, hay un extremo que solo reúne a aquellos que todo lo deben conseguir con su propio esfuerzo y en soledad.
Pirané es una de las subsedes que se organiza en torno a la Municipalidad de ese lugar y es convocante de artistas de distintos puntos del norte de nuestro País. La concurrencia es masiva dado el reconocimiento con que cuenta, especialmente por el nivel que alcanzan sus participantes.
Sin embargo, cuando se supera el primer escalón; el de ganar en su sede; los jóvenes artistas quedan librados a su suerte. No hay apoyo oficial, cada uno viene a Cosquín como puede y si se presenta alguna dificultad en esa misma soledad la deben superar. O claudicar. Así llegaron Emilia y Justo y a las puertas de su presentación debieron hacer frente a un nada pequeño inconveniente. No llegaron los músicos y a pesar de la intensa búsqueda de solidarios vecinos de Cosquín, no hay como encontrar un acordeonista.
"Tenemos pista, pero no es lo mismo. Los músicos le dan otro marco al cuadro que hemos preparado” y siguen con la recorrida entre celulares ofrecidos y calles desconocidas en la búsqueda de un acordeonista que los acompañe en la noche de su actuación. Allí uno se pregunta: Sabrá de estas cosas el intendente de Pirané, que según nos cuentan veranea a estas horas en la costa atlántica? Anoche, al cierre de esta edición, Emilia y Justo se miraban a los ojos al pie del imponente Atahualpa, se percibía el amor entre ellos, se visualizaba el amor por la danza, se respiraba a Litoral en las cercanías de esas dos almas.

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